martes, 25 de diciembre de 2012

Feliz Navidad

Os deseamos a todos una muy feliz Navidad. Aprovechamos esta entrada para dejaros en el blog la guía de lectura que la Biblioteca ha elaborado para estas vacaciones y de la que ya disponéis todos vosotros desde hace unas semanas. 

Navidad 2012

miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿Me enamoré en la Biblioteca?

Este relato es una aportación de un grupo de alumnas de 1º de bachillerato A. Han querido con esta creación convertirse en autoras. Su escritura ha sido conjunta, todas han participado con sus ideas y han ido dando forma y estilo a esta breve narración en las clases de Proyecto Integrado.
Esperamos que os guste.




miércoles, 5 de diciembre de 2012

Concurso de Lectura


Aquí tenéis las pistas para el concurso de lectura que celebraremos el día 17 de diciembre de 2012. Seguro que si pensáis un poco... localizáis el libro rápidamente. Esta vez hemos elegido uno de los más prestados en nuestra Biblioteca. ¡Ánimo y mucha suerte! 

 


         PISTA 1: 
“Yo tenía veintitrés años y no creía en fantasmas. Era la primera vez que iba a vivir sola, aunque ya llevaba mucho tiempo fuera de la casa paterna. Había estado en dos pisos compartidos con gente que también estudiaba; convivencias que empezaron muy bien y acabaron en gritos y malas caras. Así que estaba deseando intentarlo por mi cuenta.”
         PISTA 2:
“La noche del lunes no era el mejor día para salir, ni siquiera en Salamanca. A las doce, los bares estaban ya muertos. Alguien que no conociera muy bien la ciudad habría desistido, pero Eloy la conocía como nadie y me condujo a curiosos garitos a los que se entraba por un estrecho pasadizo o bajando unas escaleras, cerca de la Torre del Clavero; bares pequeños con buen rock –el viejo Springsteen, de nuevo, y su Born to run, y otras joyas de los setenta- y público fijo para el que los lunes era un día tan bueno como cualquier otro si uno quería emborracharse.” 
PISTA 3: 
“Mis manos temblaban. Tuve miedo de que el viejo notase la repugnancia que me inspiraba, pero respondí a sus últimas palabras sin importarme las consecuencias:
- No ha podido descansar desde entonces, lo creo, mas no es el recuerdo de Dulce lo que le ha impedido vivir en paz. Era el miedo a que volvieran a hacer alguna reforma en la casa, o la derribasen, y entonces apareciesen los restos de ella. Cuando fui en su busca hace unos días en compañía de mi amigo, usted pensó que había ocurrido por fin, por eso se alteró tanto cuando le dije que vivía en esta casa.”