martes, 26 de agosto de 2014

Despedida: Los colores de la Biblioteca


Se acerca un nuevo curso y desde aquí quiero expresar mis mejores deseos para esta Biblioteca, a la vez que evocar los recuerdos de los años que he pasado en ella.

Hace ahora siete años que Antonio Lucas, entonces director de este instituto, y su equipo, me propuso coordinar la Biblioteca. Alguno podría pensar que me estaban ofreciendo un “marrón” por la responsabilidad y el trabajo que supone una tarea de esta envergadura, pero desde el principio, mi amor por la lectura me guio en el sueño de que vosotros leyerais, convencida de que, como señala Marcel Proust: “el hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma”. Esto me allanó el camino, aunque tuve que formarme, hacer cursos por internet (yo que entonces tenía alergia al ordenador), pedir una colaboración que siempre encontré en el alumnado, en el equipo de la biblioteca, en el equipo directivo, en el claustro, en Andrea Villarrubia, en el AMPA y en su presidente de entonces, José Luis López, en los conserjes, en todos…

Así en lugar del “marrón” encontré todos los colores de la vida, como el rojo cálido, fuerte y seguro de la amistad y el apoyo de Isabel Ruiz y Rafael Núñez y luego llegaría más tarde, el de Carmen de Dios. El azul del arte con las pinturas de Pablo Ramírez y Emilio Pérez o las fantásticas fotos de Mª José Moreno. El naranja de las emociones, las satisfacciones, los premios, vencer la timidez al hablar en público, las ideas y el humor de Isabel Donaire y el teatro de Adelaida López. El rosa, el del trabajo bien hecho...con esmero,de Piedad Jerónimo. El verde de la esperanza, que todo saliera bien, que los niños leyeran mucho (hemos superado los 1500 préstamos anuales y seguiremos creciendo).  El amarillo luminoso de la diversión, diseñando actividades, dando premios, viajando con padres y alumnos...Y también el blanco, la luz para aprender siempre…de los alumnos, de mis compañeros, de la vida, de los libros, de la informática. 

En fin, trabajando mucho; pero consiguiendo que un multicolor “Aquí leemos todos”  sea un hecho, aunque esto supusiera aparcar mis lecturas para los fines de semana o las vacaciones porque me faltaba tiempo. Ahora me resarciré porque el año que viene la Biblioteca la coordinará otra persona; como sabéis he conseguido un traslado más cerca de mi casa; pero este instituto es ya parte de mi vida y yo quisiera ser siempre parte de esta Biblioteca.  

Carmen Zea