EMPEZAMOS UN NUEVO CURSO
Empezamos un nuevo curso con la
misma ilusión de todos los años, y como siempre, con mucho trabajo por delante.
Pero además, empezamos con
sentimientos encontrados de tristeza y de alegría por dos compañeros que se han
jubilado en los últimos días de septiembre: Antonio Rivas Vico, profesor de lengua y
literatura, un activo muy importante en la biblioteca que ha sido capaz de
inculcar el amor por la lectura en todos los alumnos que han pasado por sus
clases. Y Ana Mª Martín, profesora de tecnología, trabajadora tenaz y persona
entrañable donde las haya, cuya labor en la Biblioteca ha sido impecable y que
ha dejado una huella imborrable en todos los que la hemos conocido. Os deseamos
desde la Biblioteca lo mejor para esta nueva etapa que empezáis en la que
habéis ganado EL TIEMPO para cumplir vuestros deseos. Os echaremos muchísimo de
menos.
Lo de que Antonio Vico se
jubilaba lo sabíamos ya, y pudimos rendirle un sentido homenaje en la
Biblioteca del Centro. Lo de Ana, fue una sorpresa, así que la homenajeamos
desde aquí con estas palabras que le hemos ofrecido con todo nuestro cariño.
Nuestra compañera Inmaculada
Fernández, profesora de Lengua y literatura, y miembro del Equipo de
Biblioteca, le dedicó las siguientes palabras a Antonio Rivas Vico en el homenaje que
se celebró en la Biblioteca del Centro:
¡Buenas
tardes!
En
primer lugar, el departamento de Lengua pide disculpas porque ha tenido que
limitar el número de personas asistentes a esta actividad por cuestiones de
aforo. Sabemos que a muchos profesores y alumnos les hubiera gustado también
compartir con los aquí presentes este momento.
La Biblioteca a tope |
Ojalá,
la biblioteca hubiese sido hoy más amplia.
Como
muchos de vosotros ya sabéis, hoy no hemos venido aquí para hablar de medioambiente, ni de comercio justo ni de
acoso escolar, estamos todos aquí reunidos para pronunciar una de las palabras
más valiosas, bellas y necesarias de nuestro diccionario de la Lengua española,
la palabra: Gracias.
¡Gracias,
Antonio!
Inmaculada Fernández en pleno discurso |
Gracias,
Antonio, por el trabajo y esfuerzo que has dedicado a este instituto. Gracias por
haber escogido para tu docencia la asignatura de Lengua y Literatura. La Lengua
que nos brinda herramientas para relacionarnos con los demás y la Literatura
que nos abre nuestra alma.
Sabemos
que este trabajo tiene sus luces y sus sombras, pero que la luz prima por
encima de la oscuridad y que cuando hay un rayo de luz, lo ilumina todo y nos levanta,
nos hace ponernos de puntillas y casi, casi tocamos el cielo, como hoy en estos
emocionantes momentos.
Desde
que iniciaste esta andadura por la carrera docente (y lo de carrera se puede
tomar en los dos sentidos porque estamos todos los días corriendo), se han
producido muchos cambios, cambios no solo en nuestro trabajo sino también en la
vida. Nuevos planteamientos metodológicos, nuevas formas de relación
alumno-profesor-familias, nuevas tecnologías, una cantidad ingente de
burocracia que nos asfixia… la suerte es que los alumnos, nuestros chicos y
chicas, nos ayudan a adaptarnos, nos llevan de la mano (unas veces suavemente,
otras de formas más bruscas) y nos actualizan.
El departamento de Lengua y Literatura |
Todos
los que estamos aquí, profesores y alumnos, hemos tenido el privilegio de andar
un trozo del camino contigo: en las clases; en la biblioteca, este es tu reino; en el equipo
bilingüe (por cierto, Carmen Plata te manda un beso); en los claustros; en las reuniones de departamento en donde
hemos intercambiado ideas, puntos de vista diferentes, planteado proyectos,
criticado leyes absurdas…; en esos raticos en la sala de profesores en los que
hemos compartido también noticias del periódico, sudokus (yo me he aficionado a
ellos, gracias a ti), y algún que otro
café…
A
mí en ocasiones me has recordado a Antonio Machado, por tu filosofía de vida,
tu pasión por tu tierra, tu amor por tu familia, por los libros y la literatura…
Encuentro muchas coincidencias, y una diferencia muy significativa, porque hay
algo en lo que no te pareces nada: en la apariencia. Don Antonio Machado era un
hombre muy desaliñado, muy poco coqueto, y tú, Antonio, siempre vas impecable,
elegante y ¡perfecto!
Con
todo nuestro cariño hemos preparado un pequeño acto poético. Nos hubiera
gustado afinar más al elegir los poemas seleccionados, pero este era un
homenaje sorpresa y no cabía la posibilidad de investigar más. Así que hemos
buscado una fórmula que nos acercaba a ti y ha sido la de elegir, tanto
profesores como alumnos, un poema pensando en ti. Y así es como se ha realizado la pequeña
antología a la que vamos a dar paso.
¡Gracias por todo, Antonio! ¡Gracias, maestro Vico!
Inmaculada Fernández Parra
Iznalloz, a 30 de septiembre de 2015