domingo, 28 de mayo de 2017


HEDY LAMARR, MADRE DEL SISTEMA WI-FI

                                      Hedy Lamarr


"Cualquier chica puede ser glamurosa. Lo único que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida". Comienzo este artículo con esta cita porque creo que es de gran importancia saber que este consejo se vuelve contradictorio si tenemos en cuenta que fueron dados por una actriz que se ganaba la vida gracias a su imagen.  Pero gracias a estas palabras podemos saber que Hedy Lamarr fue una mujer que no se conformó complaciendo a otros. Quiso ser algo más que una cara bonita del mundo del cine y hoy les digo que lo consiguió. Se preguntaran: ¿cómo? Y para responder a su pregunta les pediré algo muy sencillo: busquen en su teléfono móvil, ordenador, tablet… podrán ver, tal vez, que tienen Internet. Que sepan que justo en este momento acaban de contemplar uno de los legados más importantes que nos dejó Lamarr. Pero conozcamos primero algo más sobre esta mujer que creo está dejando de ser más que una intérprete para algunos.

Hedwig Eva Maria Kiesler (Hedy Lamarr) nació en 1914 en Viena. Sus padres eran judíos y aunque tenía nacionalidad austriaca la cambió por la de estadounidense cuando viajó a Estados Unidos, huyendo de su estricto marido que no la dejaba ni salir de casa sola. Pero Hedy, quien desde pequeña había sido considerada superdotada y a la que le encantaba la ingeniería nunca dejó sus estudios por más difícil que la sociedad se lo pusiera. Estando ya en Estados Unidos parece que las cosas comenzaron a mejorar para la susodicha. Filmó un gran número de películas convirtiéndose en una celebridad más que famosa.

Y fue en el culmen de su vida donde demostró que no había límites para ella. Ideando un sistema de telecomunicaciones secreto. En mi opinión, creado justo a tiempo para la  2ª Guerra Mundial que estaba dándose en el momento. Y es que estas telecomunicaciones secretas permitían la comunicación por radio entre los países aliados evitando que los enemigos pudieran escuchar las mismas.

Y por si este hecho había dejado indiferente a alguien, deberían de saber que este sistema es la base del WI-FI y el BLUETOOTH. Sí, de ese del que siempre están preguntando la contraseña cuando salen a casa de un amigo. Y es que sin esta tecnología inalámbrica no podrían mandar WhatsApp, ni enviar y recibir videos, fotos… Y estoy segura de que la echaríamos en falta porque se han convertido en una parte esencial en nuestras vidas. Son tantos los usuarios que necesitan de esta herramienta que imagínense que no existiera. Y parte de que WhatsApp esté presente en nuestras vidas, trabajos, es debido a Hedy. Gracias a su sistema inalámbrico ha sido posible desarrollar esta aplicación y muchas más.  Otro ejemplo es el de los creadores del GPS, una herramienta de gran ayuda a la hora de viajar ya que con un GPS puedes planificar tu ruta sin la necesidad de pasar descifrando mapas con millones de símbolos, y esto es debido también a nuestra inventora. 

Así, que piensen en los agradecidos que deben de estar todas esas personas a Lamarr, ya que se realizan actividades cotidianas que no se podrían hacer de no ser por ese sistema inalámbrica.

Ella murió a la edad de 85 años en Florida (EEUU) en enero del año 2000 sin poder ver el potencial y la influencia de su obra en nuestra sociedad. 

Continuamente, miramos nuestros dispositivos con red inalámbrica y no se nos ocurre pensar que tal vez la persona que facilita tu comunicación en el día a día fuera una madre, actriz, inventora y más facetas que se le puedan atribuir pero para mí es un emocionante momento estar hoy recordado a simplemente Hedy Lamarr: la  mujer.

Es digno de recordar a esta impresionante persona porque creo que es más que insuperable teniendo tantos obstáculos en su camino. Situándonos en una época en la que ella para los demás no era más que otra actriz glamurosa, quieta, estúpida. Por demostrar que no tenía nada de eso; por eso y por mucho más creo que se merece un gran respeto (y eso se queda justo) después de tanto esfuerzo que por desgracia hasta hace poco no fue reconocido.

Me gustaría terminar recordando las palabras de la cita introductoria  que un día fueron dichas por ella. Palabras que recuerdan a todos algo muy importante hoy:
Mujeres, por muy glamurosas que queráis estar que nunca seáis estúpidas dejándoos vender.

Hombres, no impidáis a las mujeres participar en todo tipo de proyectos porque han demostrado en millones de ocasiones que son capaces de hacer lo que se propongan.

Y,  por último, Hedy: estoy segura de que tu experiencia nos ha enseñado mucho, por lo menos a mí. Te estaré siempre agradecida por tus inventos y por todo lo que me has enseñado. 

Gracias.
                                                         Por Yael Moreno García de 3º de ESO A 

La razón por la que escribí este artículo era participar en un concurso que se ha realizado a nivel autonómico con motivo del trabajo de las niñas en las TIC. Para hacerlo conté con la ayuda de mi tutora y profesora de Lengua y Literatura a quién agradezco su ayuda desde este escrito. También necesité las bases que el concurso requería, pero el proceso de creación fue prácticamente así: 
Primero necesité informarme sobre el enfoque que tenía que tener el artículo. Este debía de hacernos ver la importancia de muchas mujeres en el campo tecnológico. Posteriormente, busqué nombres de todas estas mujeres y me sorprendió descubrir que muchas (por no decir todas) eran desconocidas aunque nosotros no podríamos vivir sin sus inventos. 
Una vez escogida la protagonista de mi artículo y conocer más sobre su invento, solo tenía que escribirlo. Antes de enviarlo al concurso se lo mostré a mi tutora (nombrada líneas antes) y me ayudó a mejorarlo. Y como no, también añadí imágenes e hipervínculos. Finalmente mandé el escrito y ahora solo queda esperar a saber quien será el ganador o la ganadora.
Independientemente de si gano o no, escribir el artículo ha sido como ser periodista por un día, una experiencia increíble que también me ha enseñado mucho sobre las mujeres y su importancia en nuestra sociedad.
Yael.

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