"Microcuento, minicuento, cuento minúsculo, cuento en miniatura, incluso cuentículo... Existen demasiadas denominaciones para dar cuerpo al cuento brevísimo, entre las que parece imponerse la de "microrrelato".
Un fenómeno en absoluto nuevo en la literatura, que sin embargo parece ponerse de moda en el último medio siglo, de la mano de la ficción hispanoamericana como Borges, Cortázar, García Márquez, Arreola, Denevi y Monterroso. (...) No faltan en nuestro país cultivadores del microrrelato, como Luis Mateo Díez, Max Aub o Antonio Pereira, y es raro el escritor que no haya perpretado uno alguna vez.
El microrrelato hunde sus raíces en la tradición oral, en forma de fábulas y va tomando cuerpo en la Edad Media a través de leyendas, adivinanzas y parábolas.(...) Pero es en la época moderna, al nacer el cuento como género literario, cuando el microrrelato se populariza en la literatura en español gracias a la explosión de las vanguardias con su renovación expresiva y la proliferación de revistas que exigían textos breves ilustrados para llenar sus páginas culturales. Algunas de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna son verdaderos cuentos de apenas una línea. (...)
En la segunda mitad del siglo XX el microrrelato llega a su madurez. El microrrelato se presenta como una auténtica propuesta literaria, como el género idóneo para definir, parodiar o volver del revés la rapidez de los nuevos tiempos y la estética posmoderna. (...)
Proliferan así estos "cuentos concentrados al máximo, bellos como teoremas" que ponen a prueba "nuestras maneras rutinarias de leer". (...) Son, casi siempre, ejercicios de reescritura, o minúsculo laboratorio de experimentación del lenguaje, o ambiciosa pretensión de encerrar en unas líneas una visión trascendente del mundo. (...)
El mircorrelato: ese arte pigmeo. Por Pedro de Miguel
El microespacio titulado café con libros dentro del programa de la TPA Contresentidos repasa en esta ocasión obras recientes que aborden el género del microrrelato
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